El miedo a la paz es un documental académico que surge como resultado de la investigación realizada en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, con el apoyo de la dirección general de investigación en Uniminuto.

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Este documental, que se desarrolla a lo largo de una hora cuarenta minutos, con las reflexiones planteadas en la voz de nueve expertos en el tema, está acompañado por otras piezas audiovisuales como son un documental corto, de sensibilización, con una duración de 20 minutos y nueve clips documentales de cada uno de los expertos, con un rango de duración que va entre los 12 y los 20 minutos.

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El documental explica qué es el miedo, qué es la paz, reflexiona sobre la forma como nos hemos acostumbrado a la guerra, no sólo a lo largo de los últimos 50 años, sino a través de nuestra historia, situación que ha hecho que no sepamos vivir fuera de ella, y que ha generado un miedo terrible a toda posibilidad de cambio.

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Da cuenta de la manera como hemos construído un modo autoritario en nuestras relaciones cotidianas, entre padres e hijos, profesores y estudiantes, jefes y empleados; relaciones que se manifiestan el la obediencia y hacen que se mire de manera sospechosa a aquel que no se acomoda a este modelo e intenta cuestionar las maneras de relación y la forma de tomar decisiones. El poder autoritario impone su voluntad al otro con actos de violencia sobre los que se constituye el miedo. Una necesidad fundamental es decosntruir esa cultura del autoritarismo que genera la desigualdad.

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El análisis de los expertos, nos va mostrando por el camino como se han construido diferencias de todo tipo, que son generadas por un sistema injusto e inequitativo, acentuado y edificado a través de una educación que se enmarca en el autoritarismo.

En conclusión el documental nos va llenado a entender que perder el miedo a la paz, implica asumir la libertad y no seguir delegándola en el otro. Para eso es necesario construir la equidad, porque en ella descansa la felicidad. Se trata, en general, de asumir el conflicto y tramitarlo de manera no violenta, concluyen los expertos.

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El documental de largometraje se divide en dos partes y varios subtemas, el peso de la expresión oral no da paso a imágenes diferentes a la de los rostros y expresiones de los hablantes, testimonios cuyo énfasis definen el sentido del miedo a la paz. Sólo hay planos frontales en los vox-pop, pero los expertos se construyen con encuadres de semiperfil, y en algunos momentos, descaradamente de perfil, porque no busca confrontar al espectador, sino, volverlo testigo de un diálogo de múltiples voces.

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En el documental de mediometraje, se traen los principales momentos de la estructura narrativa del documental principal y se genera, bajo su discurso, y el acompañamiento del tema musical “sin miedo a la paz” original de Leonard Jaramillo para esta producción, un sentido tácito de sensibilización, con imágenes cotidianas de diferentes momentos en blanco y negro, que dan cuenta de la manera como la sociedad en general, sobre todo la de las grandes ciudades, han dejado de lado el conflicto. A su vez, a través de la elaboración artística de bodypainting, pintura en el cuerpo, el artista Giovanni Zitro, va realizando un trabajo simbólico sobre el cuerpo de la modelo Laura Ramírez, en el que se plasma como el miedo se siente en el cuerpo, cómo la mujer ha sido la principal víctima de las múltiples violencias ejercidas para construir el miedo y, cómo, a través del empoderamiento y la resiliencia la mujer y nuestra sociedad lucha contra ese miedo para construir la paz